Metro Exodus, un cierre de saga que nos deja esperando más
Un cierre de saga que nos deja esperando más
Sinópsis
4A Games lanzó Metro Exodus el lanzado el 15 de febrero del 2019,
completando la saga Metro. Nos cuenta la historia de Artyon, miembro de la
Orden, un grupo de comandos, que ha salvado a la civilización sobreviviente del
metro de Moscú, no consigue aceptar su vida en esos túneles oscuros. Por eso
sale continuamente a buscar señales de vida al mundo exterior, recibiendo dosis
de radiación que lo han tenido al borde de la muerte. Lo hace por medio de una
radio portátil, pero nunca tiene resultados, por lo que ya nadie quiere seguir
apoyándolo.
Todo cambia cuando Artyon y Anna, la hija del comandante de Orden, Miller, y su esposa, salen a hacer la última exploración. Una locomotora que pasa por las vías del tren y que viene de afuera de Moscú, los lleva a descubrir que el mundo ha sobrevivido, pero sin saber si está bajo ocupación, o si la guerra continúa.
Datos Generales:
4A Games lanzó su
primer juego de la saga Metro, Metro 2033 en 2010. Con este juego inició un
serie que va para su tercer juego con el Metro Exodus. El segundo juego de la
saga vio la luz en 2013, y en 2014 salió una remasterización de los dos
primeros para la nueva generación. Los tres juegos están basados en una
trilogía rusa titulada Metro (2033-2034-2035). Metro Exodus es el tercer juego
de la franquicia, y también es el que lleva la historia más allá de lo que
parecía posible habiendo jugado las dos anteriores entregas. Los tres juegos
han pasado más o menos desapercibidos en términos de ventas y tampoco han
recibido el suficiente reconocimiento que merecen por parte de la crítica. Son
juegos que podrían catalogarse como joyas por su propuesta de jugabilidad, el
Lore, y la formas de narrar la historia, y por supuesto la historia que tiene
todo un toque de originalidad dentro del gastado tema postapocalíptico.
El juego está
para PC/XONE/PS4. No tiene multiplayer. Ni contenido Online.
4A Games ya
anunció el lanzamiento el pase de expansión para Metro Exodus que contiene dos
expansiones. Las expansiones llegarán en con casi un año de diferencia. La primera
de ellas prevista para verano de 2019 y la segunda, para comienzos de 2020.
Según han dicho, el pase podrá comprarse por 24.99 dólares.
Impresiones:
Antes de abordar otros elementos, tenemos que decirlo: Metro Exodus sigue siendo un juego de historia lineal, pero que supo agregar magistralmente zonas abiertas de exploración, múltiples objetivos y misiones secundarias. Estamos en las nieves de un pueblo cercano a Moscú, llegamos a una Bunker Militar que combina elementos de la locura de Dead Space (sin monstruos) y el Terminal de The Walking Dead, y luego terminamos en un desierto que no deja de parecerse al universo de Mad Max (las pelis viejas de Mel Gibson) con toda la estética DieselPunk. Y mucho más escenarios y que mezcla magistralmente la claustrofobia del primer juego, en escanarios oscuros y llenos de peligros, con esa nueva búsqueda de un mundo para tener una vida más humana. Tiene además un clico día noche que dura lo suficente como para que se sienta fantástico.
Antes de abordar otros elementos, tenemos que decirlo: Metro Exodus sigue siendo un juego de historia lineal, pero que supo agregar magistralmente zonas abiertas de exploración, múltiples objetivos y misiones secundarias. Estamos en las nieves de un pueblo cercano a Moscú, llegamos a una Bunker Militar que combina elementos de la locura de Dead Space (sin monstruos) y el Terminal de The Walking Dead, y luego terminamos en un desierto que no deja de parecerse al universo de Mad Max (las pelis viejas de Mel Gibson) con toda la estética DieselPunk. Y mucho más escenarios y que mezcla magistralmente la claustrofobia del primer juego, en escanarios oscuros y llenos de peligros, con esa nueva búsqueda de un mundo para tener una vida más humana. Tiene además un clico día noche que dura lo suficente como para que se sienta fantástico.
La jugabilidad de este título es uno de los aspectos en los que más destaca. Es mucho lo que ha mejorado de sus entregas anteriores, y estas imprensiones se centrarán en este aspecto. Un primer aspecto destacable, que quizás no es el más importante, pero sí es bastante llamativo, es el de la costumisación de las armas, que ahora no necesita armerías, las que en entregas anteriores se encontraban cada mucho, ni es necesario comprar accesorios para las armas.
La exploración nos irá permitiendo encontrar armas modificadas que podremos desarmar, y tendremos dos formas de costumización: la primera es un maletín que sirve como taller limitado en el que podremos modificar nuestras armas, limpiarlas (lo que ahora es indispensable para que el arma sea más estable, no se atasque y sea más precisa), y crear algunas de las municiones. El segundo lugar son las mesas de trabajo que encontraremos en diversos lugares y en las que podremos trabajar de manera más ilimitada. En cuanto a la diversidad de armas, tendremos más o menos las mismas que en el anterior juego, aunque con muchos más accesorios y una que otra adición sopresa.
Hay una diversidad de criaturas que nos harán la vida imposible. La mayoría de ellas siguen siendo los mismos de las entregas pasadas. A esos su suman unos pocos, entre esos unos mutantes con figura humanoide que además de estar casi siempre en manadas, y son difíciles de matar. Otros de los enemigos serán los bandidos que tendrán diferentes estéticas según respondan a los motivos de su organización. Pasa que incluso ellos interactúan con el jugador, no solo en tiroteos.
Este es uno de esos aspectos que debe destacarse porque parece una solución grandiosa al planteamiento del juego: ahora nos fuimos de Moscú, nos fuimos de las armerías, y estamos a campo abierto, sin recursos. También por eso ahora es necesario reunir recursos que ayuden en la labor de producir todo el material que ya no se consigue: filtros, medicina, municiones y otras cosas más. Lo que conseguimos es chatarra y químicos. Otro adicional en equipamiento es el que se amplía el catálogo de chalecos, máscaras de gases, linternas, y demás. Todo esto será el premio de la exploración, y vaya que vale la pena, sumando a esto los coleccionables que son un buen incentivo para escarbar en cada mínimo rincón.
El sigilo del juego es para mi uno de sus atractivos: hay que cuidar el sonido, la luz, los pasos. No es un elemento nuevo, ya era algo que tenían los títulos anteriores, pero se siente que ha mejorado en IA y en las posibilidades de fallo. Uno de los aspectos más divertidos de este juego es que será posible que, en algunas circunstancias, conduzcamos una vieja ban libremente por el mapa. Esto de conducir seguirá siendo en primera persona, pero luego de un poco de práctica se convierte en uno de esos aspectos que lo hacen sentir natural, y también realista.
La historia del juego no decepciona. Que se base en una triología de novelas exitosa seguramente nos da a entender por qué. Pero además, han trabajado con el escritor de las novelas, lo que muestra empeño por hacer de la historia un elemento de la jugabilidad. Además, logran que el jugador se sumerja plenamente, y pueda estar con Artyon. Una buena jugabilidad y una buena historia son aspectos que pueden hacer de un juego algo indispensable. Y con todo lo que nos trae la onda de Chernobyl de HBO, este juego queda apenas para poder vivir en carne propia lo que es política, guerra nuclear y necesidad de sobrevivencia.
En cuanto a críticas, hay varios aspectos que pueden destacarse: el modelado de los rostros para las expresiones fallan bastante. A veces uno está oyendo enojo o tristeza, pero el rostro del personaje permence estático como piedra. También hay crítica en ciertas físicas: las platas del juego a veces parecen rocas impenetrables. El sonido de los pasos es otra cosa que si uno pone atención parece que estuviera siempre andando a pasos muy cortos. Los bugs son algo que también llaman la atención: no son inumerables ni hacen el juego injugable, pero molestan. En XONE X pasa también que a veces el juego se bloquea, no muy a menudo, pero pasa, y esto es realmente frustrante.
Definitivamente, Metro Exodus es un juego que deja queriendo más. Son unas 20 a 30 horas de juego. Bastante poco para un juego de disparos en primera persona que se convierte sin dudas en un juego de acción/aventura con dejos de RPG. Por eso, agradecemos que hayan sacado las nuevas expansiones, las que sin duda esperaremos con ansias.
La exploración nos irá permitiendo encontrar armas modificadas que podremos desarmar, y tendremos dos formas de costumización: la primera es un maletín que sirve como taller limitado en el que podremos modificar nuestras armas, limpiarlas (lo que ahora es indispensable para que el arma sea más estable, no se atasque y sea más precisa), y crear algunas de las municiones. El segundo lugar son las mesas de trabajo que encontraremos en diversos lugares y en las que podremos trabajar de manera más ilimitada. En cuanto a la diversidad de armas, tendremos más o menos las mismas que en el anterior juego, aunque con muchos más accesorios y una que otra adición sopresa.
Hay una diversidad de criaturas que nos harán la vida imposible. La mayoría de ellas siguen siendo los mismos de las entregas pasadas. A esos su suman unos pocos, entre esos unos mutantes con figura humanoide que además de estar casi siempre en manadas, y son difíciles de matar. Otros de los enemigos serán los bandidos que tendrán diferentes estéticas según respondan a los motivos de su organización. Pasa que incluso ellos interactúan con el jugador, no solo en tiroteos.
La historia del juego no decepciona. Que se base en una triología de novelas exitosa seguramente nos da a entender por qué. Pero además, han trabajado con el escritor de las novelas, lo que muestra empeño por hacer de la historia un elemento de la jugabilidad. Además, logran que el jugador se sumerja plenamente, y pueda estar con Artyon. Una buena jugabilidad y una buena historia son aspectos que pueden hacer de un juego algo indispensable. Y con todo lo que nos trae la onda de Chernobyl de HBO, este juego queda apenas para poder vivir en carne propia lo que es política, guerra nuclear y necesidad de sobrevivencia.
Definitivamente, Metro Exodus es un juego que deja queriendo más. Son unas 20 a 30 horas de juego. Bastante poco para un juego de disparos en primera persona que se convierte sin dudas en un juego de acción/aventura con dejos de RPG. Por eso, agradecemos que hayan sacado las nuevas expansiones, las que sin duda esperaremos con ansias.
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